lunes, 29 de junio de 2020

LA PINTURA Y LA ESCULTURA CRISTIANA


LA PINTURA CRISTIANA

       Antes de comenzar a abordar el tema titulado, comencemos por definir lo que significa pintura en el contexto del arte:

La pintura artística es el arte de la representación gráfica utilizando pigmentos mezclados con otras sustancias aglutinantes orgánicas o sintéticas. En este arte se emplean técnicas de pintura, conocimientos de teoría del color y de composición pictórica, y el dibujo. La práctica del arte de pintar, consiste en aplicar, en una superficie determinada —una hoja de papel, un lienzo, un muro, una madera, un recorte de tejido, etc.— una técnica determinada, para obtener una composición de formas, colores, texturas, dibujo, etc. dando lugar a una obra de arte según unos principios estéticos.

       Entendiendo esta definición trataremos entonces sobre las distintas obras de arte y de sus técnicas en relación a la pintura que se ha desarrollado a lo largo del cristianismo.            La pintura cristiana ha tenido diversos matices a lo largo de su desarrollo, evolucionando en cuanto a sus técnicas, sus temáticas y en cuanto a su sentido representativo. Para ver su desarrollo y evolución es mejor observarlo realizando una clasificación por etapas.

Iconografía Paleocristiana
            Para entender mejor este apartado vamos a definir lo que significa iconografía paleocristiana:
«iconografía o iconología paleocristiana es una parte de la arqueología cristiana que trata de las representaciones figurativas paleocristianas, interpretando el significado, el origen y el desarrollo de sus temas».
            Se puede decir también que la iconografía paleocristiana se refiere a las obras de pintura que se realizaron en el cristianismo primitivo, a través de las cuales los primeros cristianos expresaban su fe. La pintura paleocristiana se extiende hasta el siglo VI en que comienza el estilo bizantino. En cuanto a su estética existe un antes y un después de la paz constantiniana (313), antes era un arte más sobrio y sencillo, luego comenzaría a mejorar y a desarrollarse de una manera libre y con el aporte de mejores técnicas.

Características

  •       Estas obras de pintura sobre todo se realizaban sobre todo en las catacumbas. Aunque también en algunas iglesias primitivas y baptisterios.
  •         El ámbito para el cual se había creado ese primer arte cristiano, fue eminentemente funerario, por esto la mayoría de las pinturas estaban en las catacumbas.
  •         Las primeras pinturas eran aplicadas con la técnica del fresco[1].
  •         La técnica y las formas de las pinturas paleo-cristianas son en su aspecto material propias del estilo romano decadente, tanto mejores o de sabor más clásico cuanto más antiguas.
  •         En realidad, se puede decir que el arte cristiano más primitivo solamente tiene de original la inspiración cristiana; pero no son originales ni las técnicas ni las formas ni la aplicación de las mismas ni tampoco el material empleado.
  •         Los artistas se preocupaban sobre todo por la idea que querían representar, por esto resultan poco estéticas sus labores y se presentan muy sobrias en el colorido.
  •         En dichas figuras se transparentan la sencillez, la naturalidad y candor de los primitivos fieles y aún la paz de sus almas en medio de las persecuciones sin que llegue a reflejarse temor alguno por éstas.
  •         El hecho de que los personajes tengan los ojos muy abiertos, empezando por Cristo y por la Virgen, tendería a representar el mundo interior de los fieles, dando la primacía al ser interior y descuidando el aspecto material de los temas, como puede ser la falta de motivos ornamentales alrededor de las figuras
  •         Los asuntos de las composiciones pictóricas siempre sencillas en las catacumbas son por lo común bíblicos ya históricos ya simbólicos. Las pinturas, los mosaicos, los relieves de los sarcófagos, así como las artes menores, recuerdan las historias del Antiguo y del Nuevo Testamento, con el intento de presentar los ejemplos de la salvación del pasado a los recién convertidos.
  •         Algunos de los personajes y temas principales que se representaban eran:
    • ▬Del Antiguo Testamento hay representaciones de: los jovencitos de Babilonia, salvados de las llamas del horno; Susana, salvada de las insidias de los viejos; Noé escapado del diluvio; Daniel, ileso en el foso de los leones.
    • ▬Del Nuevo Testamento, se seleccionan los milagros de curación (el ciego, el paralítico, la hemorroísa) y de resurrección (Lázaro, el hijo de la viuda de Naím, la hija de Jairo), pero también otros episodios como la conversación con la samaritana en el pozo y la multiplicación de los panes.
    • *La escena más repetida es la de Moisés golpeando la roca, que simboliza la fe en Dios. La roca es Cristo (teología de san Pablo).
·        Algunas obras eran producto de la cristianización o inculturación del evangelio, como, por ejemplo, la cristianización del mito de la divinidad pagana Orfeo (la iconografía ha empleado reiteradamente este símbolo en cuanto representa a Cristo, que atrae con su doctrina a todos los hombres).

Roma, Catacumbas de Priscila – Los tres jovencitos en el horno


Roma, Catacumba de San Calixto – Moisés hace brotar agua de la roca
            Hubo disputas sobre el uso y culto de las imágenes en los primeros siglos del cristianismo, por parte de los judíos hacia los cristianos e incluso entre los mismos cristianos, debatiendo sobre una posible idolatría al poseerlas y venerarlas. Toda esta controversia sirvió para que ya desde los comienzos saliera a relucir la recta doctrina acerca de la veneración de las sagradas imágenes, muestra de esto lo vemos en algunos escritos de los Padres de la Iglesia:
«Una cosa es adorar las imágenes, y otra distinta venir en conocimiento, por medio de ellas, de lo que se ha de adorar. Lo que la escritura es para el lector, eso mismo es la imagen para quienes no saben leer. No cabe duda de que no es desacertado elevarse por lo visible a lo invisible» (San Gregorio Magno).
            Más adelante vendrá a decretarse la veneración de imágenes como doctrina segura en el concilio de Nicea II (787) rebatiendo la herejía de la iconoclasia (rechazo y destrucción de las imágenes sagradas).
            La representación figurativa paleocristiana fue creada para transmitir ideas y sentimientos entre su autor y quienes la contemplan; para éstos, las imágenes paleocristianas se convierten en un signo, en un espejo o en un documento lleno de información acerca de lo que pensaban, sentían, creían y esperaban aquellos cristianos de los primeros siglos, de cuya estructura existencial surgieron.

El nacimiento del Mosaico
            Luego de la paz constantiniana, se obtiene una mayor libertad para el desarrollo del arte en favor del cristianismo, como el uso de mejores materiales y aplicaciones de nuevas técnicas para las pinturas cristianas. Sin abandonar la pintura cristiana su procedimiento primitivo al fresco sobre estuco de polvo de mármol (y en algunos casos, al temple) en las catacumbas, criptas y oratorios e incluso en las basílicas se manifiesta espléndida en mosaicos, sobre todo, para decorar los ábsides de las basílicas y en miniaturas para iluminar códices preciosos.
            En los mosaicos cristianos se siguió la técnica romana como en la pintura usando con preferencia como material los cubillos de vidrio coloreado y a veces dorado en la superficie visible y como hubiera de colocarse en lo alto de los muros interiores de las iglesias, se empleaban fragmentos de tamaño algo mayor que en los del paganismo.
            Los asuntos más comúnmente representados se refieren a la grandeza de Jesucristo, oficios de la Virgen y de los Apóstoles, escenas o símbolos del Apocalipsis, existencia y superioridad de la Iglesia, etc.

La pintura Bizantina
            Lleva este nombre por haberse formado en Bizancio (la que sería luego Constantinopla), aproximadamente a partir del siglo VI. Se sirvió casi exclusivamente del procedimiento al mosaico en muros y cuadritos y de miniaturas sobre pergamino.

Características
·        Se distingue la pintura bizantina al mosaico por la riqueza de materiales, con abundancia de oro (mosaicos vítreos y dorados) y fastuosa ornamentación y la pobreza en el movimiento artístico.
·         Las figuras de los personajes se presentan ordinariamente alargadas, en pie y con los brazos en actitud algo movida o llevando algún objeto. La túnica o vestimenta con que aparecen cubiertas suele ofrecer pliegues rectos y paralelos, casi verticales. Pero el manto o capa los presenta más movidos y se recoge sobre el brazo izquierdo de la figura.
·         El continente de las personas se ostenta siempre majestuoso, tranquilo y honesto; su mirada, de frente o a la derecha del espectador; sus ojos, grandes y abiertos; sus pies, pequeños o estrechos y terminados en punta.
            El mosaico bizantino ejerció poderosa influencia en la pintura de Occidente hasta llegar al siglo XIII además de ser decisivo su influjo en el Oriente cristiano y de extenderse a Rusia desde el siglo XI.
Mosaico de Rávena, Pantocrator

Mosaicos del Baptisterio ortodoxo de Rávena, SV, imagen de Cristo como el Buen Pastor

El Estilo Románico
            Comprende aproximadamente entre el siglo XI-XIII. El estilo románico propiamente dicho conserva alguna tradición romana, aunque muy degenerada y participa más o menos de las influencias bizantinas y de las septentrionales. Sin embargo, no refleja una intención decidida de imitar o copiar los modelos de Constantinopla en lo cual se diferencia del estilo italo-bizantino. Se manifiesta principalmente en la decoración de muros interiores de iglesias, en pinturas de frontales de altar, en miniaturas o iluminaciones de códices, alguna vez en mosaicos de pavimentos, esmaltes para decoraciones del mobiliario y en algunas vidrieras de colores que empiezan a usarse en su época desde finales del siglo X.

Características
·        Se caracteriza la pintura románica por el escaso estudio de la naturaleza que revelan sus figuras, por la seriedad y uniformidad de los rostros en la forma humana, por la simétrica plegadura de los paños, por las violentas actitudes que se dan a los personajes al representar una escena y el rígido hieratismo cuando las figuras no han de expresar acciones, por sus contornos demasiado firmes o acentuados y, en fin, por la falta de perspectiva que ofrece la composición en conjunto.
            Los procedimientos generalmente seguidos fueron el temple y el fresco para cuadros y decoraciones murales, el temple y la aguada en la pintura sobre tabla y la aguada o acuarela (en éstas y en las tablas con aplicaciones de oro) para las iluminaciones de códices. En la pintura sobre tabla era bastante común el recubrir la superficie con un lienzo pegado a la misma sobre el cual se aplicaban algunas manos de fina escayola y se trazaban en ésta para fondo del cuadro ciertos surcos o rayitas e incluso dibujos en relieve y luego se pintaban las figuras que en muchos puntos aparecen también con resalto.
Pantocrator de San Clemente de Taüll

Pecado original Adán y Eva. Santa Cruz de Maderuelo. Museo del Prado

Pintura Gótica
            La pintura gótica, una de las expresiones del arte gótico, no apareció hasta alrededor del año 1200, es decir, casi 30 años después del comienzo de la arquitectura y la escultura góticas. La transición del románico al gótico es muy imprecisa y no hay un claro corte, y podemos ver los comienzos de un estilo que es más sombrío, oscuro y emotivo que en el periodo previo, a principios del siglo XIII. El impulso decisivo de esta pintura realista cristiana se produjo en la Italia septentrional de finales de siglo. Diseminándose por el resto de Europa, el periodo gótico se extendió durante más de doscientos años.

Características
·        Un naturalismo cada vez mayor, frente a las simplificadas e idealizadas representaciones del románico.
·        Se aproxima a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, no obstante, sigue siendo poco usual.
·        Se desprende de los convencionalismos y amaneramientos bizantinos y románicos, pero no toma como ideal de belleza el arte griego ni romano antiguo.
·        Busca la expresión de la idea religiosa y en dar a las figuras cierto sabor místico y eminentemente cristiano.
·        Se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones y sentimientos (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico.
·         El artista gótico busca su inspiración en la vida.
·         Hay mucho sentimiento en las obras góticas.
·        Este tipo de pintura adquirió luego también un carácter profano, las pinturas ya no eran sólo religiosas.
·        Hay más detalles narrativos, más frescura, color, luminosidad, que se logran con técnicas más refinadas.
·        Algunas pinturas eran expuestas como iconos, para intensificar la contemplación y las oraciones. Los primeros maestros del gótico conservaban la memoria de la tradición bizantina, pero también crearon figuras persuasivas, con perspectiva.
Madonna con ángeles y San Francisco, obra de Cimabue, hacia 1280, pintura al fresco ejecutada en la iglesia inferior de Asís.

Maestá del Duomo de Siena, obra de Duccio di Buoninsegna, una de las obras más famosas de la pintura italiana; temple sobre madera, 214 x 412 cm Museo dell'Opera Metropolitana del Duomo, Siena.

LA ESCULTURA CRISTIANA

            Es preciso definir el significado de “escultura”, lo cual se refiere a una obra artística de materiales sólidos como piedra, mármol, marfil, y en algunos casos plomo; aplica la técnica del sincelado y también el modelado. Entre los tipos de obras de este tipo se encuentran en el cristianismo, los sarcófagos, relieves y esculturas propiamente dichas (una imagen individual).

Los Sarcófagos
            Un sarcófago es un sepulcro o «una obra para dar sepultura a un cadáver». Y estos fueron utilizados alrededor de finales del siglo II en adelante para dar sepultura a muchos cristianos. Los sarcófagos tenían esculpidos a su alrededor algunos símbolos cristianos, algunas representaciones de Cristo, y en algunos casos se compraban algunos que tenían simbologías paganas pero que podían ser adaptados a los misterios de la fe.
            Algunos de los temas principales representados en los sarcófagos son: la adoración de los magos, Adán y Eva, sacrificio de Isaac, bodas de Caná, Daniel en el foso de los leones, la resurrección de Lázaro. También es frecuente que aparezca el crismón.
Sarcófago, la adoración de los reyes magos

Sarcófago de Junio Basso

Sarcófago con Crismón y escenas de la Pasión de Cristo

La escultura de bulto redondo
            La escultura de bulto redondo, o estatuas independientes, que se conserva no es muy abundante: Buen Pastor (s. II) (Museo Lateranense, Roma); estatuas semejantes del Buen Pastor se encuentran en Cesárea de Palestina (Museo) y en Sevilla (Casa de Pilato); Jesucristo, estatua sedente de Jesucristo joven en atuendo de maestro o de filósofo (Museo Nacional, Roma); San Hipólito, estatua sedente, cuya cabeza es una composición moderna, en los laterales de la silla se halla el catálogo de las obras de este presbítero romano que luchó por ser papa (Museo Lateranense, Roma). El Buen Pastor del Museo Lateranense, estilísticamente considerado, es la obra maestra de la escultura paleocristiana por su clásica armonía, por su naturalidad en el tratamiento de la belleza del cuerpo y por la compostura de los cabellos y el modelado de los vestidos.
Escultura del Buen Pastor

La escultura en marfil
        El marfil se obtiene de los colmillos de varios animales, particularmente de los elefantes. Tuvo un gran desarrollo en la época románica en zonas de influencia carolingia. Los trabajos en marfil se aplicaban en objetos litúrgicos, en cubiertas de libros o placas para los frontales de los altares. Los olifantes eran instrumentos de viento tallados con unas delicadas miniaturas y elaborados con colmillos de elefante, que formaban parte de los utensilios de caza de los caballeros durante la Edad Media. Se cree que el crucifijo de don Fernando y doña Sancha, fechado hacia el año 1063, fue el primero realizado en Hispania que contiene la representación de la imagen de Cristo.            
        Este tipo de escultura ofrece relieves interesantes por su factura: Lipsanoteca (relicario) (Museo Cívico, Brescia, Italia) es una caja-relicario esculpida en tomo al año 360 con escenas evangélicas. Dípticos, eran tablillas esculpidas en su cara exterior: de Sínmaco y Nicómaco, de finales del siglo V, realizado con ocasión de un matrimonio de las dos familias, sobresale por su estilo clásico (Museo de Cluny, París, y Museo Alberto, Londres); de Estilicón, realizado en Milán en tomo al año 395, con evidentes influencias orientales (Museo de la catedral de Monza); del Poeta y la Musa (Museo de la catedral de Monza). Pulpito de la catedral de Rávena, con relieves de motivos animales, del siglo VI; Cátedra del arzobispo Maximiano (catedral de Rávena), del siglo VI.
Anverso y Reverso del Crucifijo de don Fernando y doña Sancha. Una pieza de marfil.

Lipsanoteca


Cátedra del arzobispo Maximiano (catedral de Rávena), del siglo VI.







Fuentes consultadas:
*Jesús Álvarez Gómez, Arqueología Cristiana, Sapientia Fidei, BAC, 1998.
*Las Catacumbas Cristianas (Vatican.va).
*Wikipedia: Pintura paleocristiana, mosaico, pintura románica, otros.



[1] Un fresco es una pintura realizada sobre una superficie cubierta con una delgada y suave capa de yeso, en la cual se va aplicando cal apagada (Ca(OH)2) y cuando la última capa está todavía húmeda, se trabaja (se pinta o se esgrafía) sobre ella, de ahí su nombre (Wikipedia).